En el área de medicina estética es muy utilizado antes de un procedimiento quirúrgico porque incrementa la circulación arterial dando lugar a un aumento de la oxigenación y a la disminución del sangrado y de la acidez de los tejidos y después, porque reabsorbe el edema, desinflama el tejido, evita la formación de fibrosis y acelera el proceso de regeneración y sanación de las heridas quirúrgicas de una manera más rápida, aliviando el dolor eficazmente. De esta manera, se optimizan los resultados del procedimiento porque genera un efecto vasodilatador que activa la circulación de la sangre, nutriendo y produciendo una revitalización celular, mejorando la tonicidad y elasticidad de la piel con resultados increíbles por lo que es ideal antes y después de una LIPOSUCCIÓN, IMPLANTES MAMARIOS, CIRUGÍA PLÁSTICA, ABDOMINOPLASTÍA, ETC.
En cuanto a la utilización de este sistema en tratamientos estéticos faciales y corporales se ha constituido en tratamiento básico porque además de disolver con su uso frecuente la celulitis y grasa localizada, tonificar los tejidos y curar lesiones en muy corto tiempo, genera un efecto muy relajante.